Buenos días, hoy me toca contaros una receta tradicional francesa, Quiche Lorraine. Es tan versátil que podéis meterle casi de todo, y os salvará mas de una cena y sobre todo mas de una comida en el trabajo, ya que la podemos comer caliente o fría
Es una especie de tarta salada de la cocina francesa, se elabora principalmente con huevos batidos y crema de leche, mezclada con verduras cortadas y/o productos cárnicos (jamón, bacon…) con la que se rellena un molde con masa quebrada
Esto es lo que vamos a necesitar:
Primero, comprueba que tengas un molde, en principio redondo, pero si es cuadrado o rectangular, también podrá valernos
Y ahora si, aquí van los ingredientes:
- Una lamina de masa quebrada o pasta brisa
- tres huevos
- 250 ml nata
- 125 gr bacon
- 125 gr champiñón
- 100 gr queso rallado
- Una pizca de nuez moscada, pimienta y sal
- AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra)
Ahora la preparación:
Pondremos el horno a calentar a 180ºC, hasta que alcance la temperatura, unos 10 minutos sera suficiente
Disponemos la masa quebrada sobre el molde, y recortamos el sobrante, debería quedarnos de unos 3-4 centímetros de alto aproximadamente. La pincharemos para que no se nos levante, y hornearemos solo la masa por espacio de 10-12 minutos.
Por otro lado, picaremos el bacon y lo saltearemos hasta que coja un color tostado. El champiñón también lo habremos troceado, también lo saltearemos un poco en la sartén para que pierdan el agua
Batiremos los huevos, incorporando la nata más tarde, dejándolo todo perfectamente ligado, junto con la sal, la pimienta negra y la nuez moscada
Cuando terminemos de hornear la masa quebrada, la sacaremos e iremos añadiendo en el fondo, los champiñones, el bacon y el queso rallado, a continuación los huevos con la nata
Devolvemos la preparación al horno, a 180º, unos 30-35 minutos, hasta que la masa este dorada y el relleno cuajado.
Y lista!!!! La cena o la comida de mañana, incluso para picar entre horas, me gusta de todas las maneras, caliente, fría, me da igual siempre es un placer poder degustar una pequeña porción de quiche